GLUTEN

Se estima que hasta un 10% de la población manifiesta algún tipo de sensibilidad inmunológica frente al gluten con consecuencias negativas para su salud.

Según el tipo de respuesta inmunológica que desencadene el gluten, el paciente puede padecer:

 

  • Alergia al gluten si la respuesta es de tipo alérgico.
  • Enfermedad celíaca si la respuesta es de tipo autoinmunitario. 
  • Sensibilidad al gluten no celíaca, cuando la respuesta no es de tipo alérgico ni autoinmune.

 

Las pruebas celiaquía e intolerancia al gluten conforman un programa que ofrece un protocolo de diagnóstico diferencial que permite identificar el tipo de patología que padece un paciente en el que se sospecha sensibilidad al gluten. De este modo, el fin es iniciar el tratamiento más adecuado y prevenir la aparición de otras enfermedades asociadas o bien revertirlas, en algunos casos, si ya están presentes.

Con frecuencia, la enfermedad celíaca y la sensibilidad al gluten no celíaca van acompañadas de otras enfermedades de tipo inmunológico.

 

PRUEBAS CELIAQUÍA E INTOLERANCIA AL GLUTEN

¿Cómo diagnosticar qué tipo de sensibilidad al gluten se padece?

Si bien existen pruebas diagnósticas específicas para detectar la alergia al gluten y la enfermedad celíaca, por ahora no existe ninguna prueba que permita diagnosticar fiablemente la sensibilidad al gluten no celíaca, por lo que su diagnóstico se realiza por exclusión.
Por ello, se utilizan varios tipos de pruebas que son determinantes para el diagnóstico diferencial de estas tres enfermedades.

1º. Pruebas cutáneas

Con estas pruebas se determina si el paciente es alérgico a proteínas del trigo. Se incluyen alérgenos inhalantes y alimentos incluyendo harinas, gluten y gliadina.

 

2º. Estudio inmunológico

Los análisis de sangre sirven ampliar el estudio alergológico y para medir la presencia de anticuerpos relacionados con la enfermedad celíaca, como son antitransglutaminasa, antiendomisio, antigliadina y antipéptidos desaminados de gliadina.

3º Estudio genético

Permite saber si el paciente es portador de genes que aumentan el riesgo de padecer enfermedad celíaca. Se realiza a través de un análisis de sangre o muestra de saliva.

 

Se han identificado una serie de genes que codifican las proteínas del sistema HLA (grupo de proteínas que ayuda a nuestro sistema inmunitario a diferenciar lo propio de lo ajeno) que se asocian con un mayor riesgo de padecer la enfermedad celiaca.

La realización del test genético para la enfermedad celíaca puede ser útil en las siguientes circunstancias clínicas:

– Personas con antecedentes familiares de enfermedad celíaca para conocer su predisposición genética a padecer la enfermedad.
– Como paso previo en personas con sintomatología digestiva reticentes a hacerse el estudio digestivo endoscópico, el estudio genético ayuda a tomar la decisión sobre la idoneidad de realizar la biopsia intestinal.
– En caso de dudas ante una historia clínica sugerente y unos análisis de screening en sangre negativos. Se sabe que, en los adultos, la detección de anticuerpos puede ser falsamente negativa hasta en un 30% de los individuos, por lo que, en caso de sospecha, el estudio genético ayuda a tomar la decisión sobre la idoneidad de realizar la biopsia intestinal (que siempre debe realizarse sin haber retirado el gluten de la dieta).
– En los niños, las guías más actuales de la Sociedad Europea de Gastroenterología Pediátrica (ESPGHAN) preconizan que se puede obviar realizar la biopsia intestinal si se cumplen 3 criterios conjuntamente:

  • Síntomas clínicos compatibles con enfermedad celíaca
  • Anticuerpos marcadores de enfermedad celíaca claramente positivos
  • Estudio genético de riesgo elevado para enfermedad celíaca.

Por lo tanto, el estudio genético en niños con sospecha de enfermedad celíaca es una herramienta esencial, además de no ser invasivo ni doloroso.

Está disponible la realización del estudio genético de enfermedad celiaca realizando el haplotipo completo

 

4º. Endoscopia con biopsia intestinal y estudio anatomopatológico

Ésta es la prueba de referencia en el diagnóstico de la enfermedad celíaca.

celíaca.

 CELIAQUÍA

La celiaquía es una enfermedad con manifestaciones digestivas y extradigestivas. Se genera por una sensibilización del sistema inmunitario a proteínas de nuestros propios tejidos. Por eso se dice que se trata de una enfermedad autoinmunitaria. Esta sensibilización viene condicionada genéticamente (predisposición familiar) y es necesaria la presencia del gluten en la dieta, por eso la dieta exenta de gluten resuelve los síntomas asociados en la gran mayoría de los pacientes.

Sintomatología de la enfermedad celíaca

Síntomas digestivos: diarrea crónica o tendencia a heces pastosas, o bien estreñimiento, hinchazón abdominal (abdomen prominente), náuseas y vómitos.

Síntomas extradigestivos: la afectación fuera del aparato digestivo es amplia y diversa pudiendo aparecer síntomas o signos como anemia, debilidad generalizada, erupciones cutáneas (dermatitis herpetiforme), dolor de cabeza, trastornos menstruales…

 

 

 

 

ALERGIA AL TRIGO

Las distintas proteínas del trigo, entre las que se incluye el gluten, pueden inducir una respuesta inmunológica de hipersensibilidad inmediata mediada por los anticuerpos IgE dirigidos frente a estas proteínas.

Su modo de presentación es muy diverso, dependiendo del tipo de proteína a la que nos sensibilicemos. La alergia a proteínas que llegan por vía digestiva puede producir desde una reacción leve de picor o enrojecimiento alrededor de la boca, hasta síntomas más graves consistentes en una anafilaxia (reacción generalizada) o un choque anafiláctico.

Los síntomas de una alergia al trigo suelen ser de inicio brusco, a los pocos minutos de tomar el alimento, pudiendo desencadenar una situación grave pudiendo provocar como síntomas

Vómitos, dolor abdominal, diarrea, sangrado digestivo, asma, tos, laringitis, rinitis, conjuntivitis, urticaria, edema o inflamación, dermatitis atópica, reacciones de anafilaxia, etc.

SENSIBILIDAD AL GLUTEN NO CELÍACA

La sensibilidad al gluten no celíaca es un síndrome descrito hace poco tiempo y todavía hoy no bien comprendido. Algunos pacientes comparten características clínicas más acordes con la enfermedad celíaca mientras que otros presentarían un cuadro clínico más parecido al de una intolerancia a los azúcares o también el de una alergia intestinal. Los autores más expertos han propuesto que se cambie su denominación por la de síndrome de intolerancia al trigo ya que este tipo de pacientes tolerarían otros cereales con gluten y el cereal problemático sería solamente el trigo. Los síntomas son dolor habitual en la zona abdominal, diarreas frecuentes, eccemas o erupciones en la piel, dolor de cabeza, fatiga y confusión, estreñimiento, náuseas y vómitos, hinchazón abdominal.

 

TRATAMIENTO DE LOS TRASTORNOS RELACIONADOS CON EL TRIGO

Las recomendaciones de tratamiento pueden variar de un individuo a otro en función del trastorno relacionado con el trigo/gluten que se determine.

Hasta el momento actual, el único tratamiento válido para la enfermedad celíaca es la dieta totalmente exenta de cereales con gluten y de alimentos que los puedan contener. Con esta medida, la gran mayoría de personas celíacas normalizarán sus cambios intestinales y dejarán de tener síntomas.

En el caso de la alergia a las proteínas del trigo, las recomendaciones dietéticas deben ser más individualizadas, dependiendo del tipo de alergia que se padezca. En el caso concreto de la sensibilidad al gluten no celiaca conviene identificar si dicha intolerancia es debida exclusivamente al trigo o está relaciona también con otros alimentos ricos en azúcares, dado que las recomendaciones dietéticas pueden diferir sustancialmente